¿Con qué frecuencia necesitas hablar en público?
quizás estás pensando que más de lo que te gustaría
Si es así, es posible que algo no funcione adecuadamente.
Cuando te encuentras delante de un público:
¿cómo percibes esta experiencia?
¿qué técnicas utilizas para gestionar esta situación?
¿qué temores surgen en tu mente en determinados momentos?
Bien, vayamos paso a paso para concretar tres ideas clave que te ayudaran y mucho! cuando te encuentras entre las miradas de un grupo de personas. Parece que sólo oírlo así intimida, ¿no?
A veces pensamos (o nos contamos) que realmente no son tantas las veces en las que es necesario salga la voz de nuestra garganta. No son tantas las reuniones de trabajo en las que es “imprescindible” aportar. Y esta es una de las consecuencias de no apostar por contar con las herramientas necesarias para hablar en público: dejar de hacerlo. Y por tanto, hacerte “prescindible” en esas reuniones. Con todas las consecuencias añadidas que esto podría acarrear.
¿Te lo has planteado?
Si realmente lo que buscas es dar el paso y ya “ atreverte” a participar y aportar, pues vamos allá.
1 ª clave:
Lo que habitualmente nos ocurre es que no nos decidimos a hablar, a decir lo que queremos decir, a defender nuestra postura.
Aquí habría mucho que analizar, pero para empezar y para que nos resulte más fácil hablar, es importante tener en cuenta:
Saber del tema que se habla: es decir, prepararte. Hablar porque sí sin ton ni son, es normal que a cualquiera nos aturulle, ¿no? Luego el principio básico del que partir es tener conocimiento del tema. Con ello ya tenemos mucho camino andado.
También es cierto que a veces no se trata tanto de saber cómo de aportar opiniones, mi visión al respecto, cómo yo lo haría, que es para mí lo más relevante… A veces aquí nuestra mente nos juega malas pasadas del tipo: “ no vas a dar la talla”, “ seguro que fulanito lo argumenta mejor que yo” y también nos contamos eso de “a mi es que no me gusta destacar”, creencias que influyen significativamente y que nos mantienen con la boca cerrada. ¿Qué hacer en estos casos? dado que se trata de una opinión, de una forma de interpretar la vida, lo más eficaz es plantearlo como tal: “ ésta es mi opinión”, “ mi forma de verlo “, “ desde mi punto de vista”… Este tipo de mensajes nos hacen sentirnos bien. No tratan de imponer, ni convencer a priori a nadie. Surgen desde una visión, que busca aportar pero también abierta a otras posibilidades, dado que no vivimos en la certeza. No tenemos por qué llevar razón, ya que puede haber más de una razón (aquí habría mucho más que hablar) ¿Cómo lo ves? desde esta perspectiva todos nos sentimos bien, aportando argumentos desde nuestra forma de ver el mundo que no tiene por qué ser la única, ni la mejor, si la mía y como parte implicada, que no “prescindible” la expongo. Porque tan importante es mi razón como la de los demás.
2 ª clave:
Pensarás, pero saber del tema o dar mi opinión no evita los nervios que me entran cuando pienso que voy o me toca hablar. ¡Cierto!
Te propongo te plantees ¿desde dónde? Si, desde donde vas a aportar eso que quieres exponer: ¿con qué energía? la clave está en la colaboración, en la ayuda… en ser y sentirte parte integrante de la cadena. En querer buscar opciones y soluciones. Frente a otras veces que posiblemente lo que surge es: desde la ironía, el enfado, la desgana, querer convencer o partir de la única opción.
Pregúntate ¿desde dónde sueles hablar y qué consecuencias genera?
3 ª clave:
y por último, entender y aceptar que los nervios iniciales son saludables y surgen del respeto al otro u otros.
Piensa qué personas acostumbras hablar en público: deportistas, actores, periodistas, músicos … cuando se les pregunta por ello, la mayoría comentan que hay un nervio inicial que no se pierde.
Lo negativo es que estos nervios nos lleguen a bloquear, dejándonos secos, sin palabras. Y para ello ¿qué hacer? en estos casos es preciso trabajar técnicas de relajación y respiración, así como algún rito previo que nos haga sentirnos fuertes y seguros ( que analizaremos en otro post)
Y si quieres saber más contacta con nosotros y seguiremos hablando …
o participa del próximo taller (en este enlace tienes toda la información del evento) “Cuando toca hablar”
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