Probablemente en estos días te hayas incorporado a la actividad profesional, tras unos días de disfrute y descanso. Este es también mi caso.
¿ Y cómo estoy?
Pues, en esos momentos se mezclan emociones relacionadas con “la vuelta ” y el verano.
Por un lado, nuevos y muchos proyectos en mente y pronto en el papel y en marcha, energía a raudales tras el descanso y por los objetivos alcanzar. Y por otro, la morriña de los buenos momentos, las risas, el descanso, los nuevos lugares, los buenos amigos…
¿ Y hacia dónde enfocar?
Con frecuencia se habla del síndrome postvacacional, que se caracteriza por el cansancio, la apatía, cierta somnolencia y/o falta de concentración tras volver al trabajo.
La vuelta requiere de unos días de reajuste, ya que generalmente supone un cambio importante en cuanto a horarios y actividad.
No en todos los ámbitos profesionales es esto posible. En cualquier caso, te propongo dejes de mirar al pasado: esos días de vacaciones que tanto añoras y que pongas tu foco en el hoy y el futuro.
¿ Y cómo hacerlo?
Buscando en el hoy esos momentos que también te hacen sentir bien y ponlos en valor:
– el reencuentro con algunos compañeros de trabajo
– la rutina de un horario que te permite encontrarte mejor físicamente
– la vuelta al gimnasio
-un paseo por algún lugar que te agrada en tu entorno
– volver a tu casa y todo lo que ello conlleva: tu cama, tus cosas…
Además te propongo:
– respetes tus horas de sueño: es normal estos días estar más cansado
– organiza tu tiempo para que siempre quede algo para divertirte: un tiempo para ti y que así sea más progresiva la vuelta
– no seas tan exigente con tu lista de tareas o la de otros: ser más flexible y menos perfeccionista te ayudara en tu adaptación.
– fíjate en lo positivo de cada momento y valóralo. Con frecuencia, sólo lo ponemos en valor cuando nos falta.
Y por otro lado, llénate de energía imaginando y diseñando el futuro. Como sabes el futuro depende mayoritariamente de ti y de lo que tú hagas para lograrlo. Lo fácil y cómodo es ponernos excusas del tipo: “no puedo, porque…” aludiendo al entorno o a terceros.
Cuando si realmente le damos una vuelta están en nuestras manos muchas más cosas de las que imaginamos. Solo requieren de nuestra acción continuada. Y para lo que no depende de ti, te sugiero veas cómo interpretarlo de forma que no te haga daño. Acepta que tal cuestión no está en tu mano cambiarla: ya sea el horario de trabajo que tienes, ese jefe con el que te llevas no muy allá, o ese compañero que te hace la vida imposible… pero si interpretarlas de otra forma.
Desde mi experiencia aceptar que “sus motivos tendrá” o “por algo será” me permite entender y aceptar mejor lo que me rodea y no depende de mí. Incluso en más de una ocasión al cabo del tiempo lo que un día percibía como negativo, me sorprendió gratamente generando un resultado diferente y más positivo.
Ya sabes y si quieres saber más y cómo hacer para superar tu síndrome postvacacional, aquí estoy para ayudarte.
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